Hay un tema que hace días tengo dando vueltas en la cabeza. Empezó con todo esto de la desaparición de Santiago E., Chago, y con un post en mi fotolog con el link a la web que sus amigos habían hecho para difundir su foto.
Pasa que desde el primer momento, tuve un mal presentimiento con respecto a eso. Fue extraño sentir una especie de angustia, a pesar de que jamás conocí a este chico. Lo primero fue preguntarme cómo podía alguien desaparecer así, a metros de su casa, como si se hubiera disuelto en el aire. Pasé por el instante optimista de pensar en la posibilidad de que una especie de falla cerebral hubiera hecho que Chago se desorientara completamente y se perdiera por Santiago u otra ciudad. Pero seguían pasando los días y nada. Y de a poco, empecé a esperar que se anunciara lo peor..
Por alguna extraña razón, todo eso me tocó de verdad. Casi por casualidad, llegué al fotolog de Chago... 22 páginas con fotos, fotos increíbles de su familia, de sus amigos, de él, de sus viajes, de objetos, de flores, de paisajes. Me sentía completamente una intrusa mientras miraba cada foto, pero a la vez sentía que estaba conociendo a alguien nuevo, pues la carga emocional en cada imagen parecía mostrarme un pedacito de la vida de este chico.
Hartas cosas de las que él escribió en sus fotos me hicieron pensar harto. Parecía estar tan feliz a ratos, pero en realidad la mayoría de sus textos eran gritos, pidiendo ayuda para salir de una jaula sin puerta que lo mantenía apretado, inmóbil...y no hay nada peor para un alma inquieta que una jaula. Él sólo quería escapar...
Bajo una de sus fotos, escribió que el suicidio era una opción de vida...y eso fue lo que gatilló una avalancha de pensamientos y sensaciones en mí. Y sentí miedo de estar de acuerdo con eso.
Para mí el suicidio siempre ha sido una opción horrible. He pasado varios periódos complicados en los últimos años; un dolor y una pena tan grandes que fueron muchos los días en que abría los ojos en la mañana y lamentaba no estar muerta...porque no hay remedios que te quiten el dolor de un corazón hecho pedazos y sólo estar muerta y dejar de sentir todo y cualquier cosa, me hubiera aliviado. Pero la verdad es que jamás pensé en matarme. No era una opción para mí, aunque quizás suene paradójico...pero yo más bien quería la solución fácil, acostarme una noche, cerrar los ojos y simplemente, no abrirlos nunca más...como por arte de magia...fácil.
Porque, ¿quién dijo que matarse es lo fácil? Quizás yo pensaba eso antes...que todos los suicidas eran unos pelotudos que no eran capaces de afrontar su miedo a vivir, unos cobardes que, por no hacer el esfuerzo de enfrentarse a los problemas, tomaban la opción fácil de pegarse un tiro o tomarse 200 pastillas con una botella de vodka.
Ahora ni siquiera alcanzo a imaginar completamente la cantidad de valor que alguien tiene que juntar para apretar el gatillo, tragarse las pastillas...o saltar a un río...
Y tampoco puedo imaginar realmente lo que una persona tiene que llegar a sentir, o quizás, dejar de sentir, para hacerlo...
Con Pipo discutíamos hace unos días sobre eso. Yo creo que para tomar una desición así hay que tener miedo...miedo a sentir para siempre una angustia demasiado pesada, miedo a que ese peso nunca te deje ser feliz, miedo a no poder terminar con ese miedo...o miedo a dejar de sentir lo que te rodea, de dejar de sentir a la gente que te quiere, las cosas que amas, la música... y cualquiera de las cosas realmente lindas de tu vida. Pipo cree que puede ser simplemente cansancio, aburrimiento de seguir siempre en un mismo estado, estático. Y después de darle 23 vueltas más al tema, quizás pueden ser ambas cosas...quizás es por miedo al aburrimiento o por cansancio de tener miedo...bueno...en verdad sigo sin comprenderlo y puede que nunca lo comprenda bien.
Sé que ahora lo acepto, lo acepto como la opción que alguien puede tomar si cree firmemente que eso es lo mejor para él, así como yo creo que estar viva es mi mejor opción.
Pero es triste, no puedo evitar que me de pena, porque Chago ya no es sólo una imagen para mí ahora, hay una voz y sentimientos tras cada foto...una persona, que por más virtual que sea, es una persona que para muchos es un amigo, un hijo, un hermano...un chico al cual abrazaron, besaron, vivieron...
Hoy encontré el anuario 2004 del colegio de mi hermano, el San Ignacio...y fui directo a ver las fotos de los cuartos medios...y encontré a Chago, con su foto de niño al lado y la dedicatoria que le escribieron sus compañeros...y parece tan absurdo que el chico de esa foto ya no exista, que ya no camine por Providencia, por calles por las que yo también he caminado y sigo caminando, como Isidora Goyenechea, sacandole fotos a ese edificio que está frente a la plaza y que, como escribió en su fotolog, le encantaba, aunque yo lo encuentre horrible...en fin, alguien tan real como yo, tan pequeño pero tan complejo a la vez..y que ya no está..
Con lo poco que sé de él (y que es practicamente nada) considero realmente afortunados a quienes pudieron compartir su vida. Me da pena pensar que fue tan corta, pero bueno, quizás así tenía que ser.
Sólo deseo que Chago haya encontrado lo que buscaba y que ahora esté bien.
Su fotolog lo desactivaron, y lamento en verdad no haberle robado algunas de las fotos lindas que tenía. De todas formas, varias se quedaron grabadas en mí, junto con sus mensajes.
De cada persona que pasa por tu vida aprendes algo y siento que Santiago también me enseñó harto, aunque fuera a la distancia.
Así que, a la distancia también, mil gracias :)
Pasa que desde el primer momento, tuve un mal presentimiento con respecto a eso. Fue extraño sentir una especie de angustia, a pesar de que jamás conocí a este chico. Lo primero fue preguntarme cómo podía alguien desaparecer así, a metros de su casa, como si se hubiera disuelto en el aire. Pasé por el instante optimista de pensar en la posibilidad de que una especie de falla cerebral hubiera hecho que Chago se desorientara completamente y se perdiera por Santiago u otra ciudad. Pero seguían pasando los días y nada. Y de a poco, empecé a esperar que se anunciara lo peor..
Por alguna extraña razón, todo eso me tocó de verdad. Casi por casualidad, llegué al fotolog de Chago... 22 páginas con fotos, fotos increíbles de su familia, de sus amigos, de él, de sus viajes, de objetos, de flores, de paisajes. Me sentía completamente una intrusa mientras miraba cada foto, pero a la vez sentía que estaba conociendo a alguien nuevo, pues la carga emocional en cada imagen parecía mostrarme un pedacito de la vida de este chico.
Hartas cosas de las que él escribió en sus fotos me hicieron pensar harto. Parecía estar tan feliz a ratos, pero en realidad la mayoría de sus textos eran gritos, pidiendo ayuda para salir de una jaula sin puerta que lo mantenía apretado, inmóbil...y no hay nada peor para un alma inquieta que una jaula. Él sólo quería escapar...
Bajo una de sus fotos, escribió que el suicidio era una opción de vida...y eso fue lo que gatilló una avalancha de pensamientos y sensaciones en mí. Y sentí miedo de estar de acuerdo con eso.
Para mí el suicidio siempre ha sido una opción horrible. He pasado varios periódos complicados en los últimos años; un dolor y una pena tan grandes que fueron muchos los días en que abría los ojos en la mañana y lamentaba no estar muerta...porque no hay remedios que te quiten el dolor de un corazón hecho pedazos y sólo estar muerta y dejar de sentir todo y cualquier cosa, me hubiera aliviado. Pero la verdad es que jamás pensé en matarme. No era una opción para mí, aunque quizás suene paradójico...pero yo más bien quería la solución fácil, acostarme una noche, cerrar los ojos y simplemente, no abrirlos nunca más...como por arte de magia...fácil.
Porque, ¿quién dijo que matarse es lo fácil? Quizás yo pensaba eso antes...que todos los suicidas eran unos pelotudos que no eran capaces de afrontar su miedo a vivir, unos cobardes que, por no hacer el esfuerzo de enfrentarse a los problemas, tomaban la opción fácil de pegarse un tiro o tomarse 200 pastillas con una botella de vodka.
Ahora ni siquiera alcanzo a imaginar completamente la cantidad de valor que alguien tiene que juntar para apretar el gatillo, tragarse las pastillas...o saltar a un río...
Y tampoco puedo imaginar realmente lo que una persona tiene que llegar a sentir, o quizás, dejar de sentir, para hacerlo...
Con Pipo discutíamos hace unos días sobre eso. Yo creo que para tomar una desición así hay que tener miedo...miedo a sentir para siempre una angustia demasiado pesada, miedo a que ese peso nunca te deje ser feliz, miedo a no poder terminar con ese miedo...o miedo a dejar de sentir lo que te rodea, de dejar de sentir a la gente que te quiere, las cosas que amas, la música... y cualquiera de las cosas realmente lindas de tu vida. Pipo cree que puede ser simplemente cansancio, aburrimiento de seguir siempre en un mismo estado, estático. Y después de darle 23 vueltas más al tema, quizás pueden ser ambas cosas...quizás es por miedo al aburrimiento o por cansancio de tener miedo...bueno...en verdad sigo sin comprenderlo y puede que nunca lo comprenda bien.
Sé que ahora lo acepto, lo acepto como la opción que alguien puede tomar si cree firmemente que eso es lo mejor para él, así como yo creo que estar viva es mi mejor opción.
Pero es triste, no puedo evitar que me de pena, porque Chago ya no es sólo una imagen para mí ahora, hay una voz y sentimientos tras cada foto...una persona, que por más virtual que sea, es una persona que para muchos es un amigo, un hijo, un hermano...un chico al cual abrazaron, besaron, vivieron...
Hoy encontré el anuario 2004 del colegio de mi hermano, el San Ignacio...y fui directo a ver las fotos de los cuartos medios...y encontré a Chago, con su foto de niño al lado y la dedicatoria que le escribieron sus compañeros...y parece tan absurdo que el chico de esa foto ya no exista, que ya no camine por Providencia, por calles por las que yo también he caminado y sigo caminando, como Isidora Goyenechea, sacandole fotos a ese edificio que está frente a la plaza y que, como escribió en su fotolog, le encantaba, aunque yo lo encuentre horrible...en fin, alguien tan real como yo, tan pequeño pero tan complejo a la vez..y que ya no está..
Con lo poco que sé de él (y que es practicamente nada) considero realmente afortunados a quienes pudieron compartir su vida. Me da pena pensar que fue tan corta, pero bueno, quizás así tenía que ser.
Sólo deseo que Chago haya encontrado lo que buscaba y que ahora esté bien.
Su fotolog lo desactivaron, y lamento en verdad no haberle robado algunas de las fotos lindas que tenía. De todas formas, varias se quedaron grabadas en mí, junto con sus mensajes.
De cada persona que pasa por tu vida aprendes algo y siento que Santiago también me enseñó harto, aunque fuera a la distancia.
Así que, a la distancia también, mil gracias :)