Mi pregunta es .. qué es realmente el tiempo?
una suma de segundos, minutos, horas...que originan días , meses, años....sería la manera más básica de responder y dar cuenta de la linealidad que el tiempo puede tener, de lo plano que puede ser.
Entonces me atrevo a decir que el tiempo puede ser como un espejo de agua, completamente calma, brillante, uniforme....tan cristalina que deja de verse como agua y como espejo, y comienza a verse como cielo, ciudad, seres o cualquier cosa que en él se refleje.
Creo que las verdaderas unidades del tiempo somos nosotros, los que nos movemos, los que gesticulamos, los que respiramos, los que transitamos por el suelo. Y sumados damos como resultado eso que llamamos tiempo; y por eso es que también somos cristalinos, mínimos espejos del entorno, camuflados y desapercibidos mientras estamos...pero qué pasa cuando dejamos de estar?
Basta una pequeña perturbación sobre la superficie del espejo para que podamos ver que existe. El agua se mueve y se deforma su reflejo. El tiempo se quiebra, se divide en un antes y un después de esa piedra que cayó sobre el. Quizás sea necesario que de vez en cuando caiga algo que rompa la rutinaria homogeneidad del tiempo. Pero a veces la piedra es enorme y aplasta más de lo que quisiéramos...
Me pasa que la mayor parte del tiempo soy una autómata. Trato de hacer cosas que desordenen un poco el ritmo típico de mis semanas, pero muchas veces repito lo mismo, con lo cual sólo logro que mis hazañas, supuestamente novedosas, se integren a la rutina. También me da la sensación de que veo, o dejo de ver, a la misma gente, los mismos días y de la misma forma, semana tras semana; y lo peor es que, así de insípido, mí tiempo o mejor dicho, el tiempo que soy, me parece normal...o al menos lo normal.
Hasta que pasa algo que logra que todo se vuelva diferente y extraño, que separa el ahora que no percibía, en un antes y un despúes totalmente visibles.
Ya pasó una semana desde que Benja Assler murió. Sigue siendo raro, casi irreal contarlo o escribirlo. Un accidente. Una roca demasiado pesada sobre una superficie tan frágil. Un pedacito de tiempo que se fue y que ya no regresa más; un vacío que deja a este tiempo cojo, forzado a aprender a andar de otra manera...obligado en este después que tenemos que adoptar como un ahora.
No recuerdo cuando fue la última vez que vi a Benjamín; no sé si fue el día anterior en la corrección de prefabricación o caminando por el patio o entrando al casino. No recuerdo tampoco si lo saludé o si lo vi de lejos y le dí la misma poca importancia que a todos los que caminaban por ahí en ese momento. No podría haber imaginado nunca que esa era la última vez que iba a verlo sonriendo, pero de todas maneras no deja de molestarme no recordar eso. Me hizo darme cuenta, una vez más, de mi gran habilidad por dar mayor importancia a las tonteras que me invento que a todo lo que de verdad existe y que de verdad importa; porque tras los reflejos, sí puede distinguirse del fondo la figura, de cada una de las personas que dan forma a este tiempo. Nadie sobra... ahora falta uno.
Qué es el tiempo finalmente? yo diría que la operación es así: el tiempo_que_eres_tú + el tiempo_que _soy_yo = el tiempo_que _somos.
Y no pretendo tener la razón en esto...nunca he sido un genio para las matemáticas. Es sólo un intento para poder comprender lo que pasó y lo que está pasando en esta realidad después de... el porqué de este cambio que percibo en todo lo que está afuera y en mí también.
De a poco, vuelve la calma a la superficie.
Todo vuelve a ser, pero ahora el tiempo es distinto.