23 enero, 2006

no borrar

Quizás partir con una frasé cliché no sea siempre tan malo.
Las vueltas de la vida....
Creo haber llegado a un punto en mi historia que hace un año y un poco más, estaba fuera de cualquiera de los múltiples límites de mi imaginación. Estoy parada en el lugar preciso para poder retroceder a las primeras causas y consecuencias de todas las cosas y sentirme feliz por todas y cada una de ellas. Y examinar a cada personaje y sentir cariño, admiración, incluso agradecimiento por ellos. Porque todo lo que alguna vez fue sombra, ahora tiene color y sentido, adquiere un valor distinto en lo que hago y soy hoy.
Recuerdos que se transforman en herramientas, que si son buenos, me sirven para sonreir un poco y si son malos, para hacer las cosas mejor. Qué sería yo sin todo eso? seguramente algo muy distinto a lo que soy.
Fueron muchísimas las mañanas en que el primer deseo del día era borrar todo desde la noche anterior hacia atrás, pues cada cosa que recordaba, cada detalle, dolía como una astilla. Borrar y arrasar con personas, objetos, lugares, momentos...una mezcla entre rabia, pena y miedo...pésima combinación... y bastante peligrosa por lo demás...
Ahora agradezco no haberlo logrado. Eliminar así todo lo que duele sería tener las cosas demasiado fáciles. Quién dice que lo fácil es lo mejor? Como tener una máquina que succionara toda nuestra memoria o las partes de ella que que no nos gustaran...daño cerebral asegurado.
Mejor sufrir un poco las cosas, llorar también es necesario a veces.
Mejor tener que pelear un poco contra el mundo, contra tu propia cabeza, contra tu propio estómago...porque la sensación de ganarle a todo eso y de llegar arriba cuando todo te amarra al quinto subterráneo es in-igualable.
La cosa es que siempre se puede sobrevivir a todo y a todos; vale la pena guardar también todas las frialdades, las indiferencias, las traiciones para poder valorar más aún todas las fidelidades, las amabilidades, los cariños.
Al final, cada persona aparece en tu vida cuando tiene que aparecer...y desaparece bajo la misma regla. Y la cadena de grandes personas que han llegado a mi vida, para bien o para mal, ha servido para que yo tenga este ahora, en estos colores y con este sabor. Unos hicieron estragos y otros apenas se asomaron por aquí, pero todos a su manera me dejaron algo...y mucho más de lo que me quitaron.
No borraría nada ni a nadie. Prefiero quedarme con el millón y medio de detalles que recuerdo, así de simple.
A tí no te voy a olvidar nunca....a tí tampoco.
Prefiero decir hasta siempre.

3 comentarios:

Cotte dijo...

Hermoso lo que escribiste... Eterno resplandor de una mente CON recuerdos es lo más bello que nos puede pasar. Tregua, mirar hacia atrás y decir, desde lo más hondo de tu corazón: gané la mejor parte (no importa qué, pero siempre es para mejor).
Ahora lo que viene es paz, tan simple y tan embriagante... casi como en el paraíso... Dura poco, pero lo efímero de ella, es lo que construye tu felicidad.
Te quiero amiga...

Cotte.

El Bruto dijo...

Que bien que estes en ese exquisito punto donde puedes mirar hacia atrás desde una perspectiva superior y apreciar con más sabiduría los distintos acontecimientos que forman parte de tu historia y de tu histeria personal.

Más que feliz se te ve tranquila y despierta, la felicidad a pesar de que embriaga, cuando está matizada por la visión que tienes actualmente se vuelve en un tesoro que nadie ni nada te puede arrebatar por que es exclusivamente tuya y ya no depende de nadie más... conservalo

Pipo

Anónimo dijo...

Hola Valita: Hace tiempo que no venía por acá...
Yo más bien creo que el punto en el que estás, más que felicidad, te trae fuerzas para asumir que la próxima vez que llegue el dolor y el sufrimiento, no volverás a cometer los mismoas erroresy aprender a discendir cuáles lágrimas sí valen la pena y cuáles no y por sobre todo... aprender que aunque en los momentos difíciles hay desesperanza, siempre hay una luz más allá de la neblina... Creo que esta es la relevancia de ese punto en el que estás, el que te permite mirar atrás y decir: sí, he aprendido y lo puedo aplicar...
Creo que eso es crecer...