08 junio, 2006

curioso

Y pensar que hasta te guardé una cajetilla de cigarros...podría haberlos regalado hace meses.
Todas las expectativas, las ilusiones...bueno, ya de qué sirven. Pero claro, tu realmente no tienes la culpa de nada. Yo soy la de la imaginación desmesurada y la de la paciencia eterna que esperó días y días para verte aparecer y conversarte..y tratar de encontrarte y decifrarte.
Realmente nunca entendí nada. Sigo sin entender y sin entenderte. Puede que seas un ser demasiado complejo, puede ser que mi lógica no alcance. Puede ser que sobrestimé mi inteligencia.
También puede ser que finalmente me volví invisible. Quizás nunca me viste y no fue un desprecio que pasaras por el lado y no te detuvieras a saludar. O puede ser que mi ropa de aquél día fuera el camuflaje adecuado al paisaje gris en que nos cruzamos. Puede ser que de verdad no me hayas visto...
Lo curioso es verte ahora, acostado en mi cama, iluminado tímidamente por la luz de un poste lejano; curioso es ver mi ropa invisible en el piso, ahora tan visible como la tuya.
Tú duermes tan ajeno a esto que escribo, como recuperándote de todo este episodio.
Es curioso que te miro y te miro y sigo sin entenderlo. Sigo sin entenderte.
Y Puede ser que sea aún más curioso que ahora fumo un cigarro de esa cajetilla que guardé desde el verano con tu nombre.
Sí, tu nombre...esa es otra cosa curiosa.

3 comentarios:

fvgazi dijo...

holaaaaaa... toy aburrriooooo!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

muy curioso este texto.

cristian dijo...

Muy bonito este texto, diría yo.