14 abril, 2007

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Cuál es límite, cuál es la línea.
Todo se vuelve relativo cuando hay tantos vacíos que llenar.
Y todo puede ser si el momento, la música y la luz se convierten en cómplices de las confusiones.
A un paso está ahora la frontera que parecía estar tan lejos.
Llegar al otro lado puede ser un viaje complicado, con consecuencias.
Pero la curiosidad le gana al facilismo y a la comodidad de las cosas igual que siempre.
Cruzar el límite puede revelar ángulos nuevos, inconvenientes o peligrosos.
Preguntarse qué cruzar, qué no cruzar. Qué probar, qué no probar.
Para no tener que explicarle nada a nadie, o algo a alguien.
Para no quebrar tejados de vidrio, para no herir a otros.
Para no deshacerse los sesos pensando en cómos y en por qués.
Para poder elegir si avanzar un poco más o empezar a retroceder.

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