26 septiembre, 2007

esos ojos

De todo, recuerdo sus ojos.
No su color exacto, sí su intensidad.
El poder hipnótico que sólo un espíritu tenaz y fuerte puede irradiar a través del iris.
Casi como si lo hubiera sabido todo, como si supiera lo que quería, esos ojos lograron romper todas las murallas que puse.
Ávidos por todo eso que aún no conocen y serenos ante todo eso que demanda la paciencia que nadie tiene; tan llenos de paisajes y tan ajenos al cinismo, a la bestialidad y a la debilidad de la madurez.
Hubiera podido quedarme mirándolos fijamente por muchos más minutos de los que duró ese último encuentro; hubiera preferido observarlos con más intuición y con menos deseo, hasta poder descubrir la verdad de esa voluntad precoz y esa serenidad demasiado grande para alguien que aún tiene el derecho de esperarlo todo...
Quizás el tiempo me de otro día para volver a mirarlos así otra vez, de cerca, despacio, y pueda decifrar algo más y volver a encontrar ese brillo frío que espero no se diluya con los años.
Por ahora, no olvido esos ojos que, con toda esa mezquindad casi infantil, hicieron revivir una parte de mí que ya había olvidado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

en mì caso demorò 1 año y 8 meses volver a ver esos ojos.
¿y tù?, ¿cuànto llevas sin verlos?.


=)

vali. dijo...

YO LOS VEO CADA VEZ QUE QUIERO VERLOS

:P

Anónimo dijo...

me suena mas a mirando fotos o videos

vali. dijo...

..... eh...

Anónimo dijo...

...eh... ¿ que ?